Enfados y Rabietas infantiles
Los enfados y rabietas son unos de los comportamientos más habituales en niños y niñas a lo largo de su proceso de crecimiento. Muchos padres y madres nos consultan y piden apoyo para aprender a manejar estas situaciones. Muchas veces, la impotencia, la frustración y tensión, nos puede hacer actuar de una manera poco apropiada con nuestros hijos e hijas. Por ello es importante que tengamos unas buenas herramientas para educar adecuadamente
¿Cuándo los enfados y rabietas se convierten en un problema?
Cómo hemos anunciados antes, los enfados y rabietas son algo habitual dentro de los comportamientos infantiles. Podemos decir que se convierten en un problema, cuando la rabieta se realiza con bastante frecuencia, con mucha intensidad y dura demasiado. Además es motivo de preocupación cuando provoca agresiones, cuando enmascara otros sentimientos, perjudican las relaciones familiares y laborales.
Finalmente hay que tener la rabieta en consideración cuando escapa de nuestro control o cuando hace daño a otras personas. En estas ocasiones es cuando nos tenemos que plantear pedir ayuda profesional.
¿Por qué se puede producir un enfado o rabieta?
Los principales motivos por los cuales puede aparecer una rabieta se pueden concretar en 4:
- Por presiones: Ejercer demasiada presión en el niño, le demandamos en exceso.
- Por conflictos: Ya sean dentro como fuera del hogar.
- Etapa evolutiva: En ciertas etapas evolutivas la rabia del niño se puede convertir en una respuesta habitual se se ha ido reforzando.
- Baja autoestima.
Independientemente de estos motivos, es importante que como padres y madres nos formulemos la siguiente pregunta: ¿Para qué? ¿Qué está queriendo conseguir mi hijo/a?. Debemos realizar esta pequeña tarea de detectives para entender mejor su comportamiento.
Los 4 estilos de padres y madres
APACIGUADORES:
- Dan mucha importancia a la libertad de expresión verbal y artística de los niños/as.
- Creen que los niños mostrarán de modo natural tendencias altruistas.
- Creen que la rabia y las emociones negativas deben entenderse como expresión de la creatividad del niño.
- Pueden no fijar límites adecuados por temor a reprimir al niño.
DICTADORES:
- Esperan que los niños obedezcan todas las normas impuestas por los adultos y hagan lo que esperan de ellos.
- Fijan límites claros y también castigos.
- En sus normas no hay lugar para la flexibilidad.
- No dejan crecer a los niños.
ANGUSTIADOS:
- Suelen tener mucha ansiedad y se alteran con facilidad.
- No saben tranquilizarse y “sintonizar” con sus hijos pequeños.
- Responden con charlas, avergonzando o echando la culpa, por lo que son incapaces de imponer disciplina
- Les da pánico que los adolescentes vayan siendo independientes.
MAESTROS:
- Se comportan como referencia y consulta para sus hijos.
- Ponen ejemplos de sensibilidad, nobleza y consideración.
- Ponen límites de expresiones inadecuadas de rabia.
- Fomentan la comunicación directa y la discusión democrática de las soluciones.
¿Cómo reaccionar ante las rabietas?
- Piensa en lo que necesita tu hijo/a y qué está queriendo conseguir con ese enfado o rabieta.
- Tomate un respiro y tranquilízate. No permitas que los lloriqueos o gritos te saquen de tus casillas.
- Utiliza un lenguaje simple y claro, no es momento de dar grandes discursos.
- Dejar claro que no nos gusta que se comuniquen así con nosotros y que no le prestaremos atención hasta que no pida las cosas bien.
- Vuelve a prestar atención cuando tu hijo/a se vuelva a acercar a ti con una actitud positiva.
¿Qué ocurre si tu niño se hace daño a sí mismo o a ti o rompe algo de la casa?
Es un momento peligroso y hay que prestar atención a la seguridad. Lo primero es abrazarle con fuerza para inmovilizarle y decirle con energía “para ahora mismo”.Cuenta hasta 20. Si sigue en una actitud de pelea, llévale a un sitio seguro y aislado donde no pueda hacer ni hacerse daño. No hables a tu niño mientras se resiste. Tranquilízale delicadamente pero con firmeza.
Si estás teniendo problemas con el manejo de los enfados y rabietas, contacta con nosotros al 971 774 802 o envíanos un mail a info@reinapsicologos.com, cuéntanos el caso y te asesoraremos.