La Adolescencia

La Adolescencia

La Adolescencia, es una etapa difícil y compleja. No es fácil ni para los chicos y chicas ni para los progenitores que muchas veces no sabemos cómo actuar. Normalmente es una etapa en la que los jóvenes pueden tener la sensación de recibir muchas presiones. Presiones sobre su rendimiento escolar, de la sociedad, de la familia, de las amistades… Por ello desde Reina Psicólogos ofrecemos un espacio para adolescentes donde ayudarles y darles herramientas para afrontar con éxito las dificultades que tengan.

La adolescencia se define como el paso de transición de la infancia a la edad adulta. Es una época de muchos cambios y nuestra tarea como padres es ayudarles a que puedan adaptarse a todos estos cambios, pero, ¿de qué cambios estamos hablando?

Principales cambios en la adolescencia

Podemos agrupar los cambios en cinco grandes bloques: Cambios físicos, psicológicos, intelectuales, sociales y educativos.

  • Cambios físicos: El más evidente es el llamado “el estirón”, que empieza en las chicas alrededor de los 11 años y en los chicos un poco más tarde, sobre los 13. Aparecen los granos, se intensifica el olor corporal, cambia el tono de voz… Pero quizás lo más importante es que deben de construirse una nueva imagen corporal, una imagen que con todos estos cambios, les cuesta aceptar.
  • Cambios psicológicos. Una de las principales características es la inestabilidad emocional, aparecen inseguridades y sentimientos de infierioridad. Hay un aumento de su egocentrismo (el mundo tiene que girar alrededor de ellos) y buscan constantemente el refuerzo inmediato. También aumenta su sentimiento de privacidad, encerrándose más en ellos mismos.
  • Cambios intelectuales: Su capacidad de comprensión, razonamiento y reflexión aumentan. En este momento necesitan argumentos de peso, que sean razonables, realistas y convincentes cuando les damos explicaciones. Igualmente son más radicales en sus pensamientos, con una mayor carga emotiva, eso hace que defiendan sus posturas de una forma más pasional.
  • Cambios sociales: En esta época aumenta la necesidad de aceptación por parte de sus iguales. Aumenta su dependencia al grupo de amigos, pasan de depender de la familia a depender de las amistades.
  • Cambios educativos: Normalmente, esta etapa coincide con el cambio de educación primaria a secundaria, es decir, pasar del colegio al instituto. Esto implica cambiar a un centro educativo más grande con un mayor número de alumnos. En cuanto al profesorado, también es más numeroso teniendo muchas veces un profesor o profesora por asignatura. La metodología también cambia, siendo más individual y donde los exámenes cada vez tienen un mayor peso.
¿Qué podemos hacer los padres y madres con nuestros adolescentes?

Aunque parezca que estamos atados de manos y pies frente al torbellino emocional, mamás y papás podemos hacer algunas cosas para mejorar nuestra relación con nuestros hijos e hijas adolescentes. Algunas de las claves que nos pueden ayudar son las siguientes:

  • Responder con sinceridad a la pregunta ¿cómo es mi hijo/a?: Esta es una de las primeras cuestiones que tenemos que tener en cuenta. Cada adolescente tiene su personalidad y no podemos convertir a nuestro hijo/a en alguien que no es o luchar contra su forma de ser. Aquí es muy importante las expectativas que nos marquemos como padres. Igualmente, una vez que hayamos respondido, también nos deberemos plantear ¿Cómo actúan normalmente los adolescentes? Por ejemplo, en estas edades quizás puede resultar algo iluso pretender que nuestros jóvenes nos cuentes ciertas intimidades. Quizás basta con recordar como éramos nosotros a su edad.
  • Acompañar emocionalmente a nuestros hijos e hijas. Tenemos que pensar que están viviendo muchos cambios, los cuales no entienden y pueden encontrarse perdidos. Debemos de poder acompañarles en este proceso animándoles en vez de desvalorizarles. Es mucho más útil y efectivo valorar los pequeños esfuerzos o los comportamientos positivos que tengan.
  • Hacer un buen uso de los premios y castigos. Aquí siempre es importante tener en cuenta tres principios. La proporcionalidad, la inmediatez y el acuerdo. Es decir, cuando manejamos premios y castigos estos deben de ser proporcionados al comportamiento realizado, se deben aplicar de forma inmediata o casi inmediata y siempre que sea posible es importante que el premio o castigo haya sido acordado con nuestro hijo/a.

Si quereís conocer más podéis visitar nuestro Canal de Youtube y escuchar nuestro audio sobre Adolescencia.

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