Amaxofobia, miedo a conducir

Amaxofobia, miedo a conducir

Cuando el miedo es tu copiloto

 

El miedo a conducir o Amaxofobia, se define como un miedo intenso, persistente y excesivo que se presenta antes y durante la acción de conducir cualquier tipo de vehículo, especialmente en coches. Es importante remarcar, que la persona puede experimentar este miedo solo por el mero hecho de imaginarse o pensar que debe conducir.

Desde Reina Psicólogos, llevamos atendiendo muchos años a personas con este tipo de problema. Es una fobia muy común entre la población. Según estudios recientes, el 33% de las personas que conducen presentan algún síntoma de miedo a conducir. No obstante, son pocas las que reconocen este miedo, llegando a obligarse a conducir con un alto nivel de inseguridad, aumentando así las probabilidades de accidente.

 

¿Cómo aparece la Amaxofobia?

No existe una única variable que influya directamente en la aparición de la amaxofobia. Podemos hablar de una serie de factores precipitantes para que se desencadene dicha fobia. Por ejemplo:

  • La falta de experiencia previa al volente o haber tenido unas primeras experiencias estresantes.
  • Personas que han visto disminuidas sus capacidades o habilidades físicas debido a enfermedades o la edad.
  • Haber tenido una serie de primeras experiencias estresantes, tener un accidente o haberlo presenciado.
  • Finalmente, tener problemas de ansiedad, específicamente ataques de pánico.

Todos estos factores pueden precipitar la aparición de la amaxofobia. No obstante, la persona también debe tener factores individuales que le predispongan a dicha fobia. Generalmente el miedo a conducir se desarrolla de forma paulatina, poco a poco la persona va evitando y limitando su conducción a situaciones o lugares. Con el tiempo, esta evitación se va generalizando y la tarea de conducir es más desagradable, tendiendo a abandonar por completo dicha actividad.

 

¿Existe un Perfil de la persona con Amaxofobia?

Según datos del RACE, la amaxofobia aparece con una mayor frecuencia en mujeres que en hombres, casi el doble. No obstante esta cifra podría ser menor, ya que son muchos los varones que no reconocen su miedo.

A la hora del afrontamiento del problema, hay datos que muestras ciertas diferencias entre sexos. En general, las mujeres con Amaxofobia, reconocen su problema, evitan ponerse al volante o lo hacen en situaciones muy puntuales.  Sin embargo, una mayoría de hombres transforman el miedo que tienen en agresividad al volante, poniendo en peligro y riesgo a si mismos y los demás conductores.

 

¿Cuáles son los síntomas de la Amaxofobia?

En cuanto a los síntomas de la amaxofobia, podemos dividirlos en tres tipos:

  • Físicos: Destacan sudoración, taquicardia, temblores, respiración agitada…
  • Psicológicos: Pensamientos y sensación de inseguridad, imágenes e ideas catastróficas sobre accidentes, anticipación de experimentar sensaciones de pánico mientras conduce…
  • Comportamentales:  la persona tiende a evitar la conducción o bien lo hace con gran malestar y en según que circunstancias. Por ejemplo cuando van acompañados, en vías poco transitadas o en trayectos cortos.

 

¿Hay situaciones que aumentan el miedo?

El miedo no siempre es incapacitante al 100%. Hay personas que dependiendo de ciertas condiciones se enfrentan a conducir. No obstante, hay variables externas y propias de la persona  que aumentan el miedo. En cuanto a los factores individuales destacan la ingesta de alcohol, malestar físico y malestar psicológico. Las variables externas más influyentes son el tipo de vía por la que circula, la fluidez del tráfico, tipo de vehículo, meteorología, distancia a recorrer y ocupantes que van en el vehículo.

 

¿Existe Tratamiento de la amaxofobia?

La amaxofobia es un trastorno con solución, aunque en la mayoría de ocasiones es necesaria ayuda psicológica. Antes de empezar cualquier tipo de intervención es importante asegurarse de que la persona posee las habilidades necesarias para conducir, así mismo, hay que descartar posibles problemas de oído o de visión y de la capacidad de reacción.

Tras tener en cuenta estas variables, se analiza individualmente el miedo a conducir, posteriormente se explica a la persona el concepto de ansiedad, la repercusión que tiene en su problemática y cómo manejarla. Más adelante se trabaja con los temores que en su mayoría son irracionales o poco probables y se finaliza con una exposición progresiva al tráfico.

 

Si crees que tienes algunos de los síntomas descritos anteriomente o tienes dudas, contacta con nosotros. Estaremos encantados de poder ayudarte.

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