Psicología y Familia

Psicología y Familia

Psicología y Familia, algunas ideas básicas.

 

Psicología y familia han ido siempre de la mano.  Es la institución social humana más antigua, donde las personas encontramos afecto y seguridad. La familia, es algo que está en continua transformación, donde se establecen relaciones de afecto y de dependencia entre el grupo. Normalmente, tiene una estructura en forma de jerarquía, donde hay una serie de roles que con el tiempo se pueden ver afectados.

Los seres humanos, necesitamos vivir en familia, prueba de ello es la importancia que tienen las relaciones entre los padres y sus hijos e hijas para el buen desarrollo psicológico de los menores, sobretodo en el desarrollo de la personalidad, confianza, autonomía, identidad o autoestima.

Pero no todo es de color de rosa en las familias, muchas veces pueden aparecer problemas y dificultades con la imposición de límites, el respeto de los espacios, la comunicación afectiva… por ello, existen diferentes técnicas y estrategias que utilizan nuestros profesionales de Reina Psicólogos para poder recuperar el buen funcionamiento familiar.

 

 

“Las cosas vivas tienden a unirse, a establecer vínculos, a vivir unas dentro de las otras, a regresar a ordenamientos anteriores, a coexistir cuando es posible. Es el curso del Mundo.”
Lewis Thomas.

 

Terapia Familiar

La Psicología, como otras ciencias, evoluciona constantemente. Actualmente existen muchos modelos de psicoterapia, todos ellos válidos para ayudar a que las personas se sientan mejor y solucionen sus problemas.

Uno de estos modelos,  empezó en los años 50, en Palo Alto, California. Su idea de ampliar la atención a la familia de la persona que presentaba síntomas, fue muy revolucionaria.

En la Terapia Familiar interesa sobre todo las relaciones existentes entre las personas, y  qué tipo de relaciones existen dentro de la familia, en la pareja, en la escuela (si es un niño o una niña…), con las amistades, en el trabajo. Lo ideal es observar esas relaciones en la sesión terapéutica pero lógicamente no se puede llevar a cabo en muchas ocasiones, por lo que se explora en la sesión qué tipo de relaciones existen entre la persona que pide ayuda y su círculo  familiar/social/ laboral.

Desde los años 50, la idea que se tenía de  familia ha variado mucho.

 

Tipos de Familia

Actualmente existen muchos tipos de familia, para poder dar respuesta a las nuevas realidades que nos enfrentamos a nuestra sociedad actual. A continuación hacemos un pequeño repaso a algunos de los tipos que aparecen con más frecuencia.

1. Familia Extensa: Es el modelo que durante años se ha impuesto al resto en nuestra sociedad occidental. Normalmente está compuesta por papá, mamá y los hijos, a estos hay que sumarles los abuelos, tíos, primos..etc..

2. Familia Nuclear: Se compone únicamente por los padres y por los hijos e hijas.

3. Familia de padres separados: Se produce cuando hay una ruptura en la convivencia de los padres.

4. Familia Compuesta: Es el tipo de familia que se forma cuando dos personas separadas con hijos forman un nuevo núcleo familiar.

5. Familia Monoparental: Cuando únicamente hay una única figura paterna o materna en convivencia con los hijos.

6. Familia Sin hijos: Conformada por aquellas parejas que no desean tener hijos.

7. Familia Adoptiva: Son aquellas familias que han adoptado a un niño/a, ya sea por la imposibilidad de concebir biológicamente o bien por ideología.

8. Familia Homoparental: Se refiere a parejas del mismo sexo que adoptan un hijo o hija, creando así un núcleo familiar estable.

 

Algunas Particularidades de la Terapia Familiar

En muchas ocasiones, padres y madres se ponen en contacto con nosotros solicitando una cita para sus hijos e hijas por motivos muy diversos (dificultades en los estudios, cambios en el comportamiento, problemas de comunicación, estado de ánimo variable)… por norma general, en la totalidad de los casos solicitamos a los padres que acudan conjuntamente.

Pero ¿Por qué tenemos que ir todos?– preguntan la mayoría de ellos – “¡Si es el niño/a quien tiene el problema!”.

Y es que se nos olvida que en una familia, como en cualquier otro grupo, todas las personas están interrelacionadas. Debemos entender la familia como una serie de planos,(los padres arriba, los hijos debajo), por ello, lo que hacemos las personas mayores, acaba influyendo en la conducta de los niños, sobre todo los detalles que aparecen en la vida cotidiana.

 

¿Qué comportamientos y actitudes de los adultos influyen en los más peques?

La respuesta puede ser infinita, pero aquí van algunas ideas:

  • La forma que tengamos de educar y el estilo educativo utilizado, desde un estilo más permisivo, hasta el estilo más punitivo o restrictivo.
  • El cómo les hablamos y nos dirigimos a ellos.
  • Si le ponemos límites claros y bien definidos para poder manejar su comportamiento…
  • Felicitarles y premiarles cuando consiguen algo o cuando se comportan de forma positiva.
  • La forma en que se relacionan entre si los progenitores y el respeto que puedan tenerse.

Muchas de estas actitudes y conductas, es información que se obtiene cuando todos los personajes de la familia están presentes en nuestra consulta. Nuestra misión como profesionales de la psicología es el de detectar muchos matices de las relaciones entre los miembros de la familia. Por ejemplo, observando cómo se hablan, si no se hablan, con quién se habla más, con quién menos, el lenguaje del cuerpo, cómo se miran, cómo se sientan…y comprender mejor cuál es el problema, para así conseguir que la familia lo pueda resolver.

 

¿Qué objetivos tiene la Terapia Familiar?

Desde ReinaPsicólogos, trabajamos con las familias con unos objetivos muy claros. Específicamente nuestra psicóloga Margarita Lafuente, con una amplia experiencia en el trabajo con familias, se marca 4 objetivos:

1º Conocer las dificultades, problemas y conflictos que puedan existir en la relación familiar entre los diferentes componentes.

2º Mejorar la cohesión e interacción de la familia para que su funcionamiento sea óptimo.

3º Incrementar las estrategias de comprensión y apoyo emocional entre los miembros.

4º Aumentar y desarrollar nuevas habilidades en la resolución de problemas.

Hay algunos casos en los que no es necesario ni conveniente que toda la familia venga a la consulta.  Esto sucede por ejemplo cuando quien demanda la ayuda son adolescentes que desean un espacio de intimidad y comprensión.  En estos casos, se realizan sesiones individuales con la persona que presenta el problema (adolescente) y posteriormente con los padres para facilitar pautas de relación con sus hijos e hijas.

La información es poder, por eso cuanta mayor información tengamos los profesionales sobre cómo funciona una familia en concreto, mayor será la eficiencia a la hora de plantear posibles alternativas al problema planteado.

Finalmente, nos gustaría destacar, que la terapia familiar se utiliza también en otro tipo de problemas. Por ejemplo en problemas de pareja o en personas que necesitan resolver cuestiones más personales como: inseguridades, ansiedad, dificultades para relacionarse con los demás, problemas en el trabajo.

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